domingo, 9 de octubre de 2016

La fruta sin dulzura

Frutas del árbol,
colgadas en las ramas,
quedan duras hasta el momento perfecto.
Tu piel de cuero engañoso
oculta la belleza adentro.
La primera parada de mis compras,
me llenan con esperanza
porque siempre tengo que esperar para que estén listas.
Después de unos días
se ponen más oscuras y suaves.
En este momento
yo sé que estoy listo también.
Las corto por la mitad,
una por una.
Al minuto de separar las mitades,
el verde brillante se manifiesta a mis ojos
como un oro de lima.
La semilla bien dura
como la de un melocotón
es lo único que me para de festejar.
El aguacate blando y puro
es perfecto con cualquier plato.

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